El Concejo Comunal de Yala, no pudo concretar la última sesión que estaba prevista para el día jueves 6 de noviembre por ausencia de los vocales que forman parte del bloque opositor, conformado por Santiago Tizón y Mirta Morales.
Vocales que sistemáticamente desde el mes de junio del año en curso, como constan en acta que labra el Juez de paz del lugar, no prestan el quorum necesario para que ese cuerpo legislativo funcione normalmente.
Lo notorio de todo esto es que esta situación se viene dando desde hace más de 10 años en Yala, a pesar de que como consecuencias de las últimas elecciones cambio la conformación política de ese cuerpo, pero ello no ha sido suficiente para cambiar la historia de la falta de sesiones en Yala.
Para que pueda sesionar válidamente ese cuerpo es necesario la presencia de tres vocales, caso contrario no se forma el quorum necesario fracasando el encuentro, y eso ha sido utilizado como estrategia por la oposición en Yala para impedir que el trabajo del Concejo Comunal se concrete, es decir hacer causa común entre ellos, no presentarse a sesionar y con ello quebrar el quórum.
Asoma como una estrategia para nada democrática tratar de quebrar cada sesión para evitar esa mayoría del oficialismo, ya que esa maniobra se repite ininterrumpidamente desde hace más de diez años. Están a semanas de cumplir un año de mandato y de aquella promesa que lanzara el novel socialista qué de acceder a una banca le devolvería la institucionalidad al Concejo Comunal de Yala.
El tema de la falta de sesiones pone al tapete la añeja incoherencia opositora, que considera que evitando el doble voto del oficialismo en las sesiones servirá para desgastar y socavar el trabajo y la experiencia en la gestión de Facundo Vargas Durán, quien viene remando esa situación desde hace varios años. La oposición en Yala tendrá que repensar sobre la estrategia de no sesionar, que ya viene de larga data, se avecinan tiempo electorales y deberán explicar a los vecinos porque no se hizo nada desde el Concejo Comunal.
Entre los temas previsto figuraba en el orden del día, la Creación de la Base del SAME en Yala, la Aprobación del Proyecto de Desarrollo Turístico Integral para la Jurisdicción, el Tema del Ferrocarril para Yala, la Recuperación de las Zonas Inundables para reservas ecológicas, entre otros, pero parece que gano una vez más la soberbia, de aquellos que piensan que el mandato popular es para subir a un altar y no para ponerse al servicio de la gente.